Cuando te digo ‘que te cuides’
es para que te coloques una bufanda en el cuello,
es para que no salgas con el pelo mojado,
es para que él sea bueno y amable contigo
es para que no te haga esperar, sino que espere un poco por ti.
Cuando te digo que te cuides, te digo: quédate conmigo
Un día, unas horas, un poquito de este invierno.
Luego ya te habrás ido y a mí me quedará poco.
Casi como le queda a mi madre:
Como le quedan algunos recuerdos,
O algunos sueños,
O como recuerda algunos poemas.
Otro día que te diga que te cuides y zarpes en ese viaje
recuerda que a este lado quedaré sin tus manos
sin esos brazos fuertes, que ajustan cámaras y señalan puertos.
Recuerda que a este lado estaré de viaje también,
contaré a algunos alumnos rumbo al norte,
caminaré algo dormida cuando toque vigilancia
cantaré en silencio, tendré también la voz sonora.
Me vestiré de madrugada para volver,
p a r a v o l v e r ,
desde esa noche en pleno frío serrano,
por mí solo pasaba la misma idea:
v o l v e r a c a s a (donde sea)
contar los pasos, sentir tus brazos, acomodar mi espalda, escuchar las voces,
dormir.
Que te cuides
Es también del sol, aunque no creo,
Sabes que estás hecha de esa esencia…